20100717

25 ELEMENTOS DEL CUERPO HUMANO SIN FUNCION PRACTICA

¿El cuerpo humano perfecto? Excluyendo las enfermedades; Existen muchos órganos y elementos que constituyen el cuerpo humano que no tienen función práctica o beneficiosa alguna. De hecho a veces son perjudiciales para la salud o nos limitan la vida. He aquí 25 de estos elementos que “Dios” creó de más.

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1. Muelas del juicio




Las muelas del juicio representan el tercer molar, también llamado cordal. Se llaman muelas del juicio dado que a la edad en que aparecen se supone que la persona tiene un juicio más desarrollado y completo que cuando aparece el resto de la dentición definitiva. Las muelas del juicio suelen afectar a otros dientes al desarrollarse, empujándolos o saliendo "torcidas". Cuando esto ocurre se suelen extraer. Como prueba definitiva de la evolución actual, los humanos estamos perdiendo estas muelas poco a poco, por lo que hay algunas personas que no llegan a desarrollarlas de manera congénita. Ya no son necesarias para el tipo de alimentos que ingerimos. (Originalmente eran para triturar vegetales en nuestra ancestral etapa como homínidos) Solo el 5% de la población cuenta con un juego sano de estos terceros molares.


2. Músculos extrínsecos del pabellón auricular




Muchos animales son capaces de mover a voluntad el pabellón auricular hacia la dirección de la que procede el sonido (por ejemplo, los perros) gracias a este conjunto de músculos vestigiales evolutivos. En cambio, el pabellón auricular humano es mucho menos móvil, pues no poseemos ese control voluntario sobre su orientación.


3. Órgano Vomeronasal (o de Jacobson)




Un diminuto hoyo a cada lado del tabique nasal que se considera ligado a los quimiorreceptores no funcionales, se localiza en el hueso vómer, entre la nariz y la boca Si somos capaces de captar feromonas, cosa que todavía no es segura, probablemente lo hagamos gracias a este órgano. Las serpientes lo usan para oler presas, sacando la lengua y atrayendo partículas a la abertura del órgano en el paladar. Algunos mamíferos utilizan un movimiento facial característico llamado reflejo de flehmen para enviar compuestos a este órgano, mientras que en otros mamíferos el mismo órgano se contrae y bombea para atraer los compuestos. Podrían ser todo lo que queda de nuestra otrora gran habilidad para detectar feromonas.


4. Costillas del cuello (cervicales)




Son vestigios de la evolución, posiblemente restos de la edad de los reptiles. Pueden aparecer en el cuello, son vestigios de otras costillas. Las costillas cervicales aparecen en menos del 1% de la población y, a menudo, suelen ser causa de problemas de tipo nervioso y arterial. Lo normal es que desaparezcan en el desarrollo embrionario.


5. Tercer párpado




Un ancestro común a las aves y los mamíferos podía haber contado con una membrana para proteger el ojo y barrer los residuos hacia el exterior. De él los humanos conservan solo un pequeño pliegue en la esquina interior del ojo. También se llama membrana nictitante. Algunas personas cuando observan que una película color blancuzco o rosada cubre el ojo de su mascota no saben a qué atribuir la causa y no es raro que piensen que el ojo se ha dado vuelta o que el animal esté mirando hacia arriba. Ni una cosa ni la otra. Simplemente es el tercer párpado que lo está cubriendo.


Es un clásico ejemplo que aun tenemos rasgos evolutivos en nuestro cuerpo.


6. Punto de Darwin (o tubérculo)



Se trata de un engrosamiento o punta ubicado en el borde de la oreja, más exactamente en el tercio superior del hélix, y se llama así porque Charles Darwin lo describió por primera vez en “El Origen del Hombre”.


Los monos lo poseen, y asimismo el 10% de las personas.


El punto de Darwin corresponde, en los animales, a la punta de la oreja, y es gobernado por el mismo gen en ellos y en nosotros. Como nuestra oreja cambió radicalmente de forma respecto de la de los monos, en verdad este tubérculo no cumple ninguna función excepto poner nerviosas a las mujeres que lo poseen. Por lo tanto, se dirigen al cirujano plástico más cercano y le piden que se lo extraiga quirúrgicamente por motivos estéticos. Podría tratarse de un remanente de una formación más grande que ayudaba a centrarse en los sonidos distantes.


7. Músculo subclavio




Enlaza la primera costilla con la clavícula y en los animales cuadrúpedos permite la marcha a 4 patas. Los humanos hace ya algún tiempo que somos bípedos (algo así como unos 5 millones de años) pero aun así hay personas que nacen con 1 o 2 de estos músculos.


8. Músculo palmar




Une el codo con la muñeca y nos proporcionaría una fuerza extra si anduviésemos colgados de alguna rama. Aunque ya no es el caso, el músculo continua en su sitio y al menos 1 persona de cada 10 aun lo presenta. Su importancia es tan mínima que los cirujanos lo aprovechan como materia prima si se ha de reconstruir algún otro músculo.


9. Pezones masculinos




Los conductos lactíferos se forman antes de que la testosterona provoque la diferenciación de sexos en el feto. Los hombres tienen tejido mamario que puede ser estimulado para producir leche. Durante las primeras semanas, el embrión en desarrollo sigue un “anteproyecto femenino”, tanto en los órganos reproductores como en los pezones. La testosterona no aparece en escena hasta después de 60 días (para aquellos que tienen el cromosoma Y) cambiando la actividad genérica de las células de genitales y cerebro. Pero para entonces, esas papilas mamarias ya no se moverán de ahí.


Así que la cuestión real es: ¿por qué los pezones masculinos vienen equipados con nervios y vasos sanguíneos? En muchos mamíferos machos las hormonas se encargan de atrofiar la formación de los pezones. ¿Amamantaban los hombres prehistóricos a sus jovenzuelos? La ausencia de pruebas sugiere que no.


Lo más probable es que los pezones masculinos erectables, al no suponer un problema, no fueron eliminados por la selección natural.


10. Músculo erector del pelo




Se encuentra unido a los folículos pilosos y se encarga de producir la piel de gallina. Esta función era realmente útil cuando poseíamos mucho pelo ya que nos permitía crear una bolsa de aire caliente entre nuestro cuerpo y el exterior. Ahora hemos perdido esa cantidad de pelo pero no hemos perdido dichos músculos. Ciertos haces de fibras musculares lisas permiten a los animales erizar su pelaje para mejorar su capacidad de aislamiento o para intimidar a otros animales.


11. Apéndice




Es una prolongación del ciego del intestino grueso. Como he comentado antes seria muy útil en nuestros antepasados herbívoros pues proporcionaría la capacidad de digerir con mayor eficacia la celulosa de la dieta. Actualmente se sabe que tiene una mínima función inmunitaria completamente prescindible. Algunos médicos consideran que el apéndice no tiene ninguna función en el cuerpo humano.


12. Vello corporal




Las cejas, evitan que el sudor caiga a los ojos, y el vello facial masculino podría jugar algún papel en la selección sexual, pero aparentemente, la mayor parte del pelo restante en el cuerpo humano no tiene ninguna función.


13. Músculo plantar




A menudo confundido con un nervio por los estudiantes novatos de medicina, este músculo fue util para otros primates, que lo usaban para agarrar objetos con los pies. Ya ha desaparecido en el 9% de la población humana. Ubicado en la planta del pie es el responsable de las famosas “rampas” o contracciones dolorosas involuntarias de esta zona. También sería muy útil si aun tuviésemos la planta del pie articulada, ya que nos permitiría cerrarla como una mano para poder, por ejemplo, trepar más eficazmente.


14. Decimotercera costilla




Aunque la mayoría de los humanos poseemos 12 pares de costillas, unos pocos (1 adulto de cada 10 aproximadamente) poseen 13 pares de costillas. Algo tan inusual en los humanos es sin embargo muy usual en especies muy emparentadas con nosotros como los gorilas.


15. Útero masculino




Los restos de un órgano sexual femenino no desarrollado cuelgan del órgano de la próstata masculina.


16. Dedos del pie (menos el dedo gordo)




Si bien el dedo gordo del pie nos permite mantener el equilibrio con eficacia, los demás dedos apenas intervienen en esta tarea por lo que son prescindibles. De hecho, nuestros pies serian más eficaces si tuvieran forma de “manopla” en lugar de “guante”. La única explicación razonable a la existencia de los dedos en el pie es el quiridio (todos los vertebrados terrestres compartimos una misma estructura interna en las extremidades).


17. Vaso deferente femenino



Lo que podría haberse convertido en conductos seminales en los machos, se convierten en paraovarios en las hembras, un grupo de tubos que acaban en vía muerta próximos a los ovarios.


18. Músculo piramidal




Más del 20% de nosotros carecemos de este diminuto músculo triangular similar a un marsupio que se une al hueso púbico. Podría tratarse de una reliquia de la bolsa de los marsupiales.


19. Coxis (o coccis)




Este es un hueso en la punta inferior de la columna vertebral. Aunque actualmente ayuda a la hora de amortiguar caídas, sentarse, mantener el equilibrio y es sitio de inserción de algunos músculos, no desempeña un papel importante y es muy susceptible a lesionarse por caídas. Es un vestigio de la cola que los embriones humanos poseen hasta comienzos de la 8ª semana. Con el logro, por parte de nuestros antepasados, de la bipedestación y la vida en tierra firme, en lugar de los árboles, la cola fue cada vez más innecesaria y ha ido desapareciendo con el tiempo. Ya no necesitamos el equilibrio extra que nos aportaba para desplazarnos de árbol en árbol. Aún así, se conocen de casos de niños que nacen con una cola rudimentaria, pero suele quitarse por cirugía al poco tiempo.


20. Senos paranasales




Los senos nasales de nuestros primeros ancestros podrían haber estado ligados a los receptores de olor, que les aportaban un elevado sentido del olfato que les ayudaba a sobrevivir. Nadie sabe por qué retenemos estas cavidades asociadas a la mucosidad, salvo quizás para aligerar el peso de la cabeza y calentar y humedecer el aire que respiramos.


21. El repliegue semilunar




Es un engrosamiento de la conjuntiva en el ángulo interno del ojo y oculto en gran parte por los párpados. El interior del repliegue puede poseer una lámina cartilaginosa y fibras musculares. Vestigios de la membrana nictitante o también llamado tercer párpado presente en animales inferiores. Al cerrarlo, durante la inmersión, actúa cómo membrana protectora de la córnea en los anfibios.


22. Prepucio.




La piel que recubre el glande se denomina prepucio y también se incluye en los órganos vestigiales. Antaño era necesaria por 2 razones: permitía tener relativamente húmeda esta zona del pene y facilitaba mucho la penetración que podría ser rápida y sin demasiados preámbulos y por otra parte protegía al pene de las hierbas altas de las praderas en las que el ser humano habitaba sin ropa. Actualmente, y con un poco de suerte, no lo necesitamos en ninguno de los 2 casos.


23. Músculo peroneo anterior.




Este músculo va desde el peroné al dedo meñique del pie. Participa en la rotación exterior del pie y mucha gente carece de él. Su importancia es tal que sólo se dan cuenta de que no lo tienen tras un examen medico por otras razones.


24. Branquias embrionarias.




Durante el estado embrionario todos los seres humanos desarrollamos hendiduras branquiales afuncionales para perderlas posteriormente. La explicación más aceptada actualmente, siguiendo la teoría ontogénica de Haeckel, es que antepasados lejanos poseían branquias y por esa razón aparecen no solo en los humanos, sino en todos los vertebrados durante su fase embrionaria.


25. ADN sobrante.




Poseemos unas 3000 millones de pares de bases en nuestro ADN. Más del 80% no presenta ninguna función clara. Este ADN afuncional (anteriormente denominado ADN basura) esta constituido por genes silenciados sin posibilidad de producir proteínas, fragmentos génicos repetidos decenas, cientos o miles de veces de regiones no codificantes, genomas víricos o fragmentos de los mismos y elementos génicos transponibles. En las bacterias en cambio no sucede este hecho. Si bien es cierto que se ha descubierto la utilidad de una pequeña parte de este “ADN afuncional”, el resto sigue sin tener utilidad.


Fuentes:
http://helektron.com/partes-del-cuerpo-que-no-sirven-para-nada/
http://axxon.com.ar/rev/?p=1928
http://ateismoparacristianos.blogspot.com/
http://cienciaaldia.wordpress.com/2009/03/10/humanos-%C2%BFcreados-o-evolucionados/