

Este concepto comenzó cuando el jefe de su padre le compró a Kevin una copia de Photoshop, a partir de ahí decidió que quería ser una especie de diseñador gráfico. Así fue que aprendió a manipular el programa, y cinco años después estaba editando estos GIFs, como una forma de ocupar su tiempo de ocio durante una pasantía que realizo en el posgrado. Después comenzó a compartir las imágenes en su Tumblr, “Flux Machine“,donde rápidamente se hicieron virales.
“Me siento profundamente atraído por los lugares desconocidos y personas extrañas, también las imágenes con poca conexión que puedo utilizar como un lienzo en blanco para mis ideas”, dice Kevin.
Pese a su aspecto sombrío, quizá un fruto de la naturaleza de nuestra imaginación, o quizá un resultado de los cuadros limitados de la animación, resulta imposible no esbozar una sonrisa con lo absurdo que resultan sus ideas.





















