20110210

SISTEMA SOLAR " TODOS GIRAN "

¿Que es un Planeta?

Planeta es, según la definición adoptada por la Unión Astronómica Internacional el 24 de agosto de 2006, un cuerpo celeste que:

1. Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica).
2. Ha limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales.

¿Que es el sistema solar?

El Sistema Solar es un sistema planetario de la galaxia Vía Láctea que se encuentra en uno de los brazos de ésta, conocido como el Brazo de Orión. Según las últimas estimaciones, el Sistema Solar se encuentra a unos 28 mil años-luz del centro de la Vía Láctea.

¿Como esta compuesto nuestro sistema solar?

Según la definición mencionada, el Sistema Solar consta de ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Plutón, que hasta 2006 se consideraba un planeta, ha pasado a clasificarse como planeta enano, junto a Ceres, también considerado planeta durante algún tiempo, ya que era un referente en la ley de Titius-Bode, y más recientemente considerado como un asteroide y Eris un objeto transneptuniano similar a Plutón







Esquema del Sistema Solar que incluye los planetas y planetas enanos. Los tamaños se encuentran a escala, las distancias entre los planetas y la ubicación no, debido a que una reproduccion a escala es imposible por las distancias entre sí.

¿Como Se formo el sistema solar?

Es difícil precisar el origen del Sistema Solar. Los científicos creen que puede situarse hace unos 4.600 millones de años, cuando una inmensa nube de gas y polvo se contrajo a causa de la fuerza de la gravedad y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una supernova cercana.



La mayor parte de la materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron a partirse, liberando energia y formando una estrella. Al mismo tiempo se iban definiendo algunos remolinos que, al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta.




También había muchas colisiones. Millones de objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se partían en trozos. Los encuentros constructivos predominaron y, en sólo 100 millones de años, adquirió un aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su propia evolución.




Caracteristicas De Los planetas

-Los planetas giran alrededor del Sol. No tienen luz propia, sino que reflejan la luz solar.
-Los planetas tienen diversos movimientos. Los más importantes son dos: el de rotación y el de translación.
*Por el de rotación, giran sobre sí mismos alrededor del eje. Ésto determina la duración del día del planeta.
*Por el de translación, los planetas describen órbitas alrededor del Sol. Cada órbita es el año del planeta.
-Cada planeta tarda un tiempo diferente para completarla. Cuanto más lejos, más tiempo.
-Giran casi en el mismo plano, excepto Plutón, que tiene la órbita más inclinada, excéntrica y alargada.





Planeta Mercurio: El pequeño y rocoso planeta Mercurio tiene el nombre del veloz mensajero de los dioses romanos, por su rápido paso a través del cielo, visto desde la Tierra. Está tan cerca del Sol que sufre las mayores diferencias de temperatura entre el día y la noche de todos los planetas, que puede ser de 600ºC de diferencia entre el día y la noche.

Eso también es debido a que gira muy lentamente, teniendo un día en Mercurio la duración de 176 días en la Tierra y un año en Mercurio 88 días terrestres. Es decir, en Mercurio los años pasan más rápidamente que los días. Al estar más cerca al Sol que la Tierra, Mercurio sólo puede ser visto desde la Tierra en los crepúsculos (antes del amanecer y justo después de la puesta del Sol).





Planeta Venus, es el planeta que está más cercano a la Tierra. Eso, unido a que su capa de nubes refleja muy bien la luz solar hace que sea el más luminoso (seguido por Júpiter). Sin embargo parte de la luz penetra hasta la superficie del planeta y ese calor no puede volver a ser radiado por lo que su temperatura es muy alta (480ºC aprox.).

Este fenómeno es conocido como efecto invernadero y en la Tierra también se produce pero en menor medida, aunque últimamente está aumentando debido, principalmente, a las emisiones de CO2 (de coches, fábricas...). Como Venus está más cerca del Sol que la Tierra, sólo es visible al alba y tras la puesta de Sol. Lo mismo, pero en mayor medida, le pasa a Mercurio, ya que este está más cerca aún del Sol. Sin embargo, estos dos planetas, junto con Marte, Júpiter y Saturno se conocen desde la Antigüedad, ya que todos son visibles a simple vista. Urano, situado en el límite de la visibilidad humana, fue descubierto en 1781. Neptuno y Plutón, imposibles de ser vistos sin telescopio, fueron descubiertos en 1846 y 1930 respectivamente.






El Planeta Tierra es un planeta único en el sistema solar y muy probablemente único en todo el Universo: Tiene vida. Esto se debe a un delicado equilibrio de multitud de factores, entre los que destacan los siguientes:

Posee atmósfera con una combinación de gases ideal: Nitrógeno (78%), Oxígeno (21%) y otros gases como vapor de agua, dióxido de carbono (CO2). Un poco de efecto invernadero pero no demasiado. La atmósfera posee una capa de gas ozono (O3) que filtra radiaciones negativas del Sol. Posee agua (H2O), una sustancia con unas propiedades tales que sin ella la vida sería imposible, tal y como la conocemos.

El planeta tiene una inclinación axial de 23,5º, que es la inclinación del ecuador de la Tierra con respecto a la eclíptica (órbita alrededor del Sol). Esto hace que a lo largo de su órbita el planeta sufra variaciones estacionales de clima, que son más notables en latitudes lejanas al ecuador. Esto, unido a otros factores (como la existencia de montañas y distintos tipos de suelos) hace que exista una gran riqueza paisajística que ha llevado a la creación de multitud de formas de vida animales y vegetales. Esta biodiversidad está equilibrada de forma que la existencia de una especie condiciona la existencia de otra. Pues bien, en los últimos años el hombre está modificando la composición de la atmósfera con gases que por un lado aumentan el efecto invernadero y por otro destruyen la capa de ozono. Además, está contaminando el agua de ríos y mares con venenos que tardarán miles de millones de años en eliminarse. Todo esto y mucho más hace que la vida en el planeta esté seriamente amenazada. Muchas especies de animales ya han sido extinguidas y otras lo serán irremediablemente, pero ¿será el hombre capaz de extinguirse a sí mismo?.




Planeta Marte es un planeta rocoso que visto desde la tierra describe una trayectoria muy extraña. A veces parece que cambia de dirección y retrocede atravesando el cielo visto desde la Tierra. Este movimiento de retroceso es en realidad ficticio y se debe a que la Tierra, que tiene una órbita de menor radio, adelanta a Marte en sus viajes alrededor del Sol. Así, al producirse este adelantamiento, Marte parece cambiar su dirección y empezar a retroceder. De hecho, todos los planetas tienen movimientos extraños con respecto a las estrellas y cruzan el cielo sobre el fondo de estrellas que permanece más estático. De ahí proviene el nombre de "planeta" que viene del griego y significa "errante".

Este planeta tiene casquetes polares, como la Tierra. Su color rojo se debe al óxido de hierro y al tener el color de la sangre, recibió el nombre del dios romano de la guerra. Marte tiene dos pequeños satélites de menos de 30 Km. de longitud: Fobos (período orbital de 7 horas y 40 minutos), personificación del "miedo" y Deimos (período orbital de unas 30 horas), del "terror". Su inclinación axial es 25,2º y al ser parecida a la de la Tierra tiene también sus estaciones de forma similar, aunque duran casi el doble porque Marte tiene casi el doble de período orbital (686,98 días terrestres). Marte es más pequeño que la Tierra, pero al girar más despacio sobre su eje consigue que la duración de sus días sea sólo 41 minutos más largos que en la Tierra.

Elmonte Olympus es un volcán de más de 27 Km. de altura, bastante más alto que el Everest (8.848 metros) y se encuentra localizado en Marte. Se sospecha que es el monte más alto del Sistema Solar y tiene más de 600 kilómetros de ancho en la base. En la Tierra una montaña así se hundiría por su peso, pero en el pequeño Marte la gravedad es tan pequeña que lo mantiene erguido.





Planeta Júpiter es un planeta gaseoso formado, como todos los planetas gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) principalmente por Hidrógeno y Helio. Es el planeta más grande del sistema solar y gira sobre sí mismo rapidísimamente: Su día es de sólo 9,84 horas. Está formado por gases aunque se sospecha que tiene en su interior un pequeño núcleo rocoso del tamaño de la Tierra. La masa de Júpiter es sólo 8 veces menor de la necesaria para elevar la temperatura interna lo suficiente para iniciar la fusión y que se conviertiera en estrella. Si esto hubiese ocurrido el sistema solar tendría 2 estrellas y la vida en la Tierra no existiría ya que este planeta recibiría demasiada energía pues aunque Júpiter hubiese sido una estrella pequeña estamos demasiado cerca y las condiciones para que se de la vida en la Tierra son extremadamente delicadas.

Los satélites de Júpiter son 17. Los 4 más grandes son llamados satélites de Galileo (1564-1642) porque fueron descubiertos por este astrónomo italiano. El último fue descubierto en 1999 y fue identificado primeramente como un asteroide. De ellos, Io tiene volcanes y Ganimedes es el mayor satélite del Sistema Solar (es mayor que Plutón y que Mercurio). Es curioso que los 4 satélites más exteriores orbitan en sentido opuesto a todos los demás


Planeta Saturno es el planeta conocido por sus anillos, formados por infinidad de pequeñas partículas heladas que giran como pequeñas lunas alrededor del planeta en el mismo plano con trayectorias casi circulares. Sus anillos pueden verse desde la Tierra (no a simple vista, naturalmente). Igual que la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la órbita de la Tierra, los anillos de Saturno giran en una órbita inclinada 26,7º con respecto a la órbita del planeta. Además, Saturno y la Tierra giran en el mismo plano (la eclíptica) y en sentido contrario por lo que desde la Tierra se puede ver a Saturno en distintas posiciones que varían desde su cara Norte, desde su cara Sur y de perfil. En esta última posición casi no se aprecian los anillos y ocurre cada 15 años. Los anillos de Saturno tienen un espesor aproximado de unos 100 metros. Este espesor es unas pocas veces mayor que los objetos más grandes que componen los anillos. Todos sus 18 satélites y los anillos tienen sus órbitas en el mismo plano y es el único planeta del sistema solar que tiene 2 y 3 satélites en la misma órbita.



Planeta Urano también tiene anillos, pero no son visibles desde la Tierra. Su nombre procede de Urania, la musa griega de la astronomía. Su inclinación axial es de 98º y afecta también a los anillos y a sus 15 satélites. Es decir, el planeta rota con su ecuador casi perpendicular a su órbita. Esta inclinación hace que Urano tenga estaciones muy largas: unos 42 años terrestres de luz, seguidos de otros tantos años de oscuridad. Sin embargo, la temperatura no varía mucho con las estaciones, debido a su gran distancia al Sol. Actualmente se conocen 15 satélites que han recibido los nombres de personajes de las obras de William Shakespeare (1564-1616):




Planeta Neptuno es el más exterior de los planetas gaseosos. Su posición fue calculada matemáticamente y en 1846 se comprobó su existencia justo en la posición que se pensaba. Aunque tiene una inclinación axial similar a la Tierra, está tan lejos del Sol que carece de estaciones como en la Tierra. Los anillos y 6 de sus 8 satélites fueron descubiertos por la sonda Voyager 2, que tardó 12 años en llegar. Los 4 satélites más interiores orbitan dentro de los anillos y el satélite más exterior, Nereida, tiene la órbita más excéntrica de todos los satélites conocidos, pues varía su distancia a Neptuno entre 1,3 y 9,7 millones de kilómetros

Planetas Enanos

Ceres es el más pequeño de los planetas enanos dentro de nuestro sistema solar, aunque hasta la reunión de la Unión Astronómica Internacional el 24 de agosto de 2006, era considerado el mayor asteroide descubierto por el hombre. Fue descubierto el 1 de enero de 1801 por Giuseppe Piazzi y recibe su nombre en honor a la diosa romana Ceres.

Este planeta enano contiene aproximadamente la tercera parte de la masa total del cinturón de asteroides, siendo el más grande de todos los cuerpos de dicho grupo.


Plutoides


Plutoide es la designación de una nueva categoría de objetos transneptunianos. El concepto fue definido por un voto en la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) en Praga el 24 de agosto de 2006, pero sin elegir la terminología según la resolución 6A de esta asamblea general titulada "Definition of Pluto-class objects". Su definición es:
Cuerpos celestes en órbita alrededor del Sol a una distancia mayor que la de Neptuno, con masa suficiente para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de tal modo que asumen una forma casi esférica de equilibrio hidrostático, y que no han vaciado su órbita de cuerpos vecinos.

Por lo tanto, cualquier objeto que cumpla simultáneamente la definición de planeta enano y objeto transneptuniano será automáticamente un plutoide. Hasta el 2008 sólo Plutón, Eris, Makemake y Haumea son considerados plutoides, aunque se espera que más plutoides reciban nombres a medida que la ciencia progrese y se realicen nuevos descubrimientos.




Haumea es un planeta enano situado en el Cinturón de Kuiper, cuya designación provisional fue (136108) 2003 EL61. El 17 de septiembre 2008 es clasificado como planeta enano por la Unión Astronómica Internacional.

Fue descubierto en 2004 por el equipo liderado por Mike Brown, en el Observatorio Palomar del CalTech en los Estados Unidos y en 2005, por un equipo liderado por José Luis Ortiz Moreno en el Observatorio de Sierra Nevada en España, aunque los créditos de este último son discutidos.




Makemake es un planeta enano, el tercero en tamaño en el sistema solar y uno de los dos objetos más grandes del cinturón de Kuiper. Su diámetro es aproximadamente tres cuartas partes del de Plutón. Makemake no tiene satélites conocidos, lo cual lo hace único entre los objetos del cinturón de Kuiper más grandes. Tiene un promedio de temperatura extremadamente bajo, cerca de −243.2 °C (30 K), de manera que su superficie está cubierta con metano, etano, y posiblemente de nitrógeno congelados. Estos objetos han dado lugar a una nueva categoría llamada plutoides en la que se incluye a Plutón, a la que corresponden la mayoría de los planetas enanos, con la excepción de Ceres. Fue descubierto en Marzo 31 de 2005 por un equipo dirigido por Michael Brown, y anunciado en Julio 29 de 2005. Su nombre deriva del dios Rapanui Make-Make. En junio de 2008, la Unión Astronómica Internacional incluyo a Makemake en la lista a potenciales candidatos a ser denominados "plutoides", un termino reservado a planetas enanos mas allá de la órbita de Neptuno. Fue finalmente clasificado como plutoide el 15 de julio de 2008.




Eris Cuenta con un satélite natural al que se le ha dado el nombre de Disnomia. Durante algo más de un año este objeto fue considerado como el décimo planeta del Sistema Solar por sus descubridores y los medios de comunicación.

El 24 de agosto de 2006, la Unión Astronómica Internacional (UAI) determinó que Eris, junto con Plutón, eran planetas enanos del Sistema Solar, pero no planetas. Actualmente, según determinó la UAI en su asamblea de junio de 2008, Eris, además de planeta enano es el mayor de los plutoides, nueva categoría creada en dicha sesión. Son miembros de esta categoría, además de Eris, Plutón, Makemake y Haumea.




Plutón es un planeta muy peculiar, por lo que se cree que su origen es distinto al resto: Todos los planetas se mueven en órbitas que están prácticamente en el mismo plano. El planeta que más excede de esta regla es Plutón (17º10'), seguido por Mercurio (7º).

Las órbitas de los planetas son casi circulares, siendo Plutón el planeta con la órbita más elíptica, seguido por Mercurio.

Es el planeta más alejado del Sol, aunque su órbita tiene una zona que está dentro de la órbita de Neptuno. En 1999 Plutón salió de esa zona dejando a Neptuno más cerca del Sol que él.

Los planetas alejados del Sol son grandes, gaseosos y tienen varias Lunas, sin embargo, Plutón es el planeta más pequeño (menos de una quinta parte de la Tierra), no es gaseoso (aunque tiene una delgada atmósfera) y sólo tiene un gran satélite llamado Caronte con su órbita sincronizada con la rotación de Plutón, por lo que desde una cara de Plutón, siempre se ve Caronte en la misma posición y desde la otra cara de Plutón, no se ve nunca. Es el planeta con mayor inclinación axial: 122,6º


El Sol





El Sol Es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar. Las estrellas son los únicos cuerpos del Universo que emiten luz. El Sol es también nuestra principal fuente de energía, que se manifesta, sobre todo, en forma de luz y calor.

La masa del Sol es aproximadamente 300.000 veces superior a la masa de la Tierra y su diámetro es unos 109 veces el terrestre. Por su parte, la temperatura superficial del Sol alcanza los 6.000 º C.

El Sol contiene más del 99% de toda la materia del Sistema Solar. Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.

El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse.

Comparación del tamaño de las estrellas

¿Qué tan grandes son los objetos que “flotan” en nuestro Universo? La comparación empieza con un objeto bastante “grande”, nuestra propia Luna. De esas cosas que se hacen muy difíciles de imaginar y que se simplifican solo un poco con videos como este.

La vital importancia de la Luna para la vida en la Tierra




De todos los cuerpos celestes que podemos observar desde nuestro planeta, sin duda alguna la Luna es el que más cautivó la atención e imaginación de todos los seres humanos a través de la historia. En principio, por ser el objeto de mayor tamaño en el cielo nocturno y el que puede apreciarse con mayor nivel de detalles a simple vista. Pero hay un motivo mucho más importante por el cual deberíamos sentir una fascinación meritoria de reverencia hacia la Luna: nuestra propia vida.

Si bien no está probado si existiría o no la vida en la Tierra sin la presencia de la Luna, y la mayoría de la información que poseemos se basa en especulaciones científicas, sí estamos seguros que de existir dicha vida sería muy diferente a la que conocemos ahora. Analizaremos a continuación los diferentes motivos por los cuales la Luna podría ser de crucial importancia para la vida tal como la conocemos en la Tierra.

Como muchos sabrán, la Luna produce un efecto físico en la Tierra que la convierte en la causante de las subidas y bajadas de las mareas. La atracción gravitatoria de la Luna ejercida sobre la Tierra produce una deformación sobre nuestro planeta, lo “estira” en aquellos lugares donde la atracción es más fuerte, dándole un aspecto de huevo, fenómeno que se denomina “gradiente gravitatorio”. Como la Tierra es sólida, esta deformación afecta de forma más significativa a las aguas, creando un ligero movimiento en dirección a la Luna, y aunque no resulta tan evidente, produciendo también un movimiento en dirección contraria; esto es lo que genera el efecto que hace que las aguas suban y bajen dos veces al día.





Otro dato importante a tener en cuenta es que la Luna se aleja gradualmente de la Tierra, exactamente a razón de 3,8 centímetros por año. Este alejamiento se puede comprobar hoy científicamente gracias a los retroreflectores que los astronautas de las diferentes misiones Apolo dejaron en la superficie lunar; disparando un haz de láser hacia dichos reflectores se puede medir con exactitud el alejamiento mencionado. ¿Qué tiene de importante este dato? Bueno, la importancia radica en que si nos retrotraemos en el tiempo, la Luna pasaría a estar cada vez más y más cerca de la Tierra, hasta llegar a un punto hace miles de millones de años donde la Luna debió haber estado realmente muy cerca de nuestro planeta, tan cerca como para poder apreciarla en el cielo con un nivel de detalle que permitiera contar hasta los cráteres más pequeños (lástima que por aquellos días no existía humano alguno para realizar dicha cuenta).

Entonces, si tenemos en cuenta que la atracción gravitacional de la Luna genera las mareas actuales aún encontrándose a gran distancia de la Tierra, en aquella época donde se encontraba muy próxima debían producirse mareas realmente muy pronunciadas, que librasen y cubriesen grandes extensiones de costa de kilómetros de anchura; si las mareas de nuestros días alcanzan hasta decenas de metros de altura, en aquellos tiempos primitivos dicha altura seria de decenas de kilómetros. Los colosales oleajes de la Tierra primitiva debieron arrasar grandes extensiones de suelo terrestre, arrastrando consigo altas cantidades de minerales y sustancias químicas hacia las profundidades oceánicas. Dicha diversidad de sustancias químicas y minerales, agitada de manera convulsionada por las extremas mareas, expuesta a las altísimas cantidades de radiación y energía que recibía del Sol, y tras millones de años de reacciones e interacciones, pudo formar una sopa o caldo primordial de moléculas orgánicas llamadas aminoácidos, las cuales son el bloque principal constitutivo de las proteínas y estas, a su vez, ocupan un lugar de máxima importancia entre las moléculas constituyentes de los seres vivos y desempeñan un papel fundamental para la vida.





Además de las mareas, existe otro de los efectos gravitatorios de la Luna sobre la Tierra del cual depende la propia vida terrestre: la Luna se encarga de mantener estable el clima de nuestro planeta. El efecto gravitatorio de la Luna mantiene constante el grado de inclinación del eje de rotación de la Tierra, y esta inclinación es lo que mantiene estable el ciclo de las estaciones mientras la Tierra orbita en torno al Sol.

Podemos demostrar matemáticamente que si la Luna no existiese o fuese mucho más pequeña, la inclinación de nuestros polos sería muy diferente, el ángulo de los mismos se vería modificado unos 90°. El grado de inclinación actual de la Tierra, que se mantiene invariable a lo largo del tiempo, es de 23,5°; pero sin la fuerza gravitacional que ejerce la Luna esto variaría caóticamente, lo que traería consecuencias climáticas devastadoras para la vida en nuestro planeta. Así que nuestro satélite natural ha sido de crucial importancia para la estabilidad del eje de rotación de nuestro planeta y por lo tanto para nuestro clima.





Como bien sabemos, nuestro planeta rota completamente sobre su propio eje una vez cada 24 horas. Sin la presencia de la Luna y su efecto gravitatorio sobre la Tierra, ésta daría una vuelta cada 8 horas en lugar de cada 24; un año en la Tierra estaría compuesto por 1.095 días de 8 horas cada uno. Con una velocidad de rotación tan alta como esa, los vientos serían muchísimo más potentes y violentos que los que conocemos en la actualidad, la atmósfera tendría mucho más oxígeno y el campo magnético del planeta sería tres veces más intenso.

Bajo estas condiciones tan diferentes, es razonable pensar que la vida animal y vegetal, en caso de haberse desarrollado, habría evolucionado de forma totalmente diferente a como lo ha hecho. Que nuestro planeta cuente con días de 24 horas favorece mucho a las formas de vida que lo habitan, puesto que los cambios de temperatura no son excesivamente bruscos en el paso del día a la noche, como sí lo serían con días de solo 8 horas.





Otro de los motivos por los cuales la vida en la Tierra se ha podido desarrollar, evolucionar y alcanzar los niveles de complejidad que hoy en día apreciamos se relaciona con la protección que nuestro satélite nos brinda contra cuerpos violentos del espacio. Si nos detenemos a observar la superficie lunar a través de un telescopio, podemos reconocer fácilmente muchos miles de cráteres provocados por el impacto de asteroides, cometas y otros objetos sobre ella. Podemos apreciar estos antiguos cráteres en la Luna porque ésta carece de una atmósfera significativa que pueda contener aire y generar vientos para erosionar la superficie, lo cual cubriría sus irregularidades, como sucede en nuestro planeta. De cualquier forma, es visible que la Luna ha desempeñado (en mayor o menor medida) un papel de “protectora” de la Tierra, recibiendo grandes cantidades de impactos de cometas y asteroides, que de otra forma hubieran terminado colisionando contra nuestro planeta.

Como podemos apreciar, las condiciones y eventos que deben darse para que formas de vida avanzadas como los seres humanos lleguen a desarrollarse en un planeta son muchas. En el artículo anterior comprendimos que un planeta gigante y alejado como lo es Júpiter cumple un rol fundamental protegiendo a la Tierra de amenazas estelares. En este articulo hemos analizados diversas razones por las cuales la Luna, nuestra compañera de viaje alrededor del Sol, puede ser de vital importancia para la vida en la Tierra. Y estas constituyen sólo una ínfima fracción de la gigantesca cantidad de condiciones y factores que debieron darse de una manera determinada para que hoy cada uno de nosotros pueda vivir sus vidas en este pedazo de roca estelar.

Entonces la próxima vez que alcen la vista y vean la Luna brillando majestuosamente en el cielo, tengan presente que su fuerte interacción gravitacional con nuestro planeta en tiempos primitivos pudo ser uno de los causantes de que la materia inorgánica hiciera el pasaje químico necesario para convertirse en orgánica; y que la estabilidad adecuada de dicha fuerza gravitacional a lo largo de miles de millones de años brindó a nuestro planeta las condiciones estables necesarias para que dicha materia orgánica pudiera organizarse, reproducirse, evolucionar y complejizarse de tal forma que, en la actualidad, dicha materia orgánica llega a preguntarse acerca de las muchas condiciones y factores que debieron darse para que ella misma exista.

Una cucharada de materia que pesa mil millones de toneladas

Toda la materia que compone al Universo, desde las estrellas y los planetas hasta complejas formas de vida como los humanos, se encuentra formada por átomos. En el siglo XIX los científicos consideraban al átomo como el bloque básico e indivisible de toda la materia. Con el advenimiento de la física nuclear en el siglo XX, se comprobó que éstos a su vez se encuentran formados por partículas más pequeñas: neutrones, protones y electrones. Pero no conformes con esto, seguimos hurgando más profundo en la estructura atómica y encontramos un nivel más: los quarks, las partículas más elementales identificadas hasta el momento que constituyen a los neutrones y protones de los núcleos atómicos. Me pregunto si podremos algún día seguir descomponiendo la materia, y encontrar de qué están hechos los quarks (si es que existen dichas partículas).

Pero dejando a un lado el asunto de las diferentes partículas subatómicas, veremos de forma muy amplia y genérica, cuál es la estructura y composición principal de los átomos. Al analizar un átomo se observa que el 99% de su masa se encuentra concentrada en el núcleo atómico, compuesto de neutrones y electrones; y orbitando a distancias subatómicas increíblemente gigantescas del núcleo se encuentran los electrones, con una masa ínfima en comparación al núcleo. Algo increíble acerca de la estructura de los átomos es que los mismos son en su mayor parte espacio vacío. Para comprender las relaciones de tamaños que se dan a escalas subatómicas, si considerásemos a un átomo como un estadio de futbol, entonces el núcleo del mismo (donde se encuentra el 99% de su masa) sería una pequeña pelota colocada en el centro de dicho estadio y los electrones serian granos de arena girando a la distancia de las tribunas; el resto es vacío.





Lo que acabamos de describir es la estructura normal de los átomos, pero bajo ciertas circunstancias extremas estas condiciones pueden cambiar. Y esto nos lleva a plantearnos la cuestión principal de este artículo, señalada en el título. Los humanos estamos acostumbrados a que una cucharada de cualquier material, sea el que sea, pese algunos gramos, quizás algunos kilos, dependiendo del material y del tamaño de la cuchara, por supuesto. Lo que nunca podríamos imaginarnos es tomar una cucharada de algún material presente en la Tierra y que éste pesase mil millones de toneladas. Pues bien, esta es una posibilidad real si nos topáramos con uno de los objetos más extraños del Universo, como veremos a continuación.

Cuando una estrella masiva explota en el evento conocido como supernova (ver artículo anterior para más información) el núcleo de la misma permanece intacto, y a partir de ese momento la fuerza de gravedad hace todos los intentos por destruirlo. La gravedad encuentra la manera de vencer la tendencia de los electrones de rechazarse entre sí, y lo hace combinando los electrones con los protones para convertirlos en neutrones, proceso llamado neutronización. La fuerza de gravedad y la presión son tan extremas que el inmenso espacio vacío que antes componía a cada uno de los átomos desaparece y todos los núcleos atómicos entran (casi) en contacto entre sí. Tenemos entonces un objeto formado casi por completo por neutrones y la fuerza de gravedad parece vencer en su objetivo de destruirlo, ya que puede seguir hundiendo el sistema ahora que no hay electrones que lo impidan. Pero resulta que los neutrones tampoco se gustan entre sí y ejercen una fuerza opuesta a la gravedad en su intento por repelerse, y al final volvemos a tener un objeto estable, solo que mucho más pequeño y denso, conocido como estrella de neutrones. Comparadas con las estrellas comunes, las estrellas de neutrones son ínfimas, tan pequeñas que algunas tienen un diámetro de hasta 15 kilómetros. Para tratar de imaginarnos esto, pensemos en una estrella con una masa 1,5 veces superior a la del Sol, y que comprimiésemos toda esa materia en un espacio muy pequeño, del tamaño de una ciudad: de esa forma acabaríamos de “fabricar” una estrella de neutrones. Tal cantidad de materia en un espacio tan pequeño significa que estamos hablando de objetos de una altísima densidad: una cucharada de materia de una estrella de neutrones pesaría mil millones de toneladas




Las estrellas de neutrones son uno de los objetos más raros y fascinantes del universo. Un ser humano que pesase en la Tierra unos 70 kg tendría en una estrella de neutrones algo así como 10.000 millones de toneladas; por supuesto su cuerpo no soportaría tal presión y sería aplastado contra la superficie de la estrella. Las estrellas de neutrones giran a velocidades increíbles, llegando a centenares de vueltas por segundo; fue esta rápida rotación lo que permitió a los astrónomos identificarlas.

De modo análogo y como dato interesante, si pudiéramos aplicar el mismo proceso de neutronización que ocurre en las estrellas de neutrones a otros objetos, quitando todo el espacio vacío existente en los átomos, resultarían de la siguiente manera:

* El planeta Tierra: toda su materia quedaría reducida a una esfera de unos 130 metros de diámetro.
* El Sol: toda su materia comprimida pasaría a medir unos 13,7 kilómetros de diámetros.
* Los seres humanos: toda la materia que compone a todos los seres humanos existentes quedaría comprimida en el tamaño de un cubo de azúcar.
* Toda la materia conocida del Universo: obtendríamos una esfera de sólo algunos cientos de millones de kilómetros de diámetro, que cabría cómodamente dentro del cinturón de asteroides del sistema solar
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Autor : Damian Lima
FUENTES : http://www.ciencialimada.com