20110206

NANO SAIL-D " POR FIN SE DESPLIEGA "

La vela solar NanoSail-D consigue salir del satélite nodriza y desplegarse cuando ya se daba por perdida.

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Interpretación artística de NanoSail-D. Fuente: NASA.


Hace unos 400 años Johannes Kepler soñó con veleros espaciales impulsados por el viento solar. Había visto cómo la cola de los cometas era empujada en dirección opuesta al Sol e inferido la presencia de un viento solar.
Ahora sabemos que el viento solar está compuesto principalmente por protones y electrones que al chocar contra cualquier objeto le transfieren momento lineal, pero la propia luz ejerce también una pequeña presión al impactar sobre un objeto. La presión de empuje que pueda ejercer el Sol es muy pequeña y se necesita una gran superficie para que sea efectiva, e incluso así se requiere un tiempo muy largo en el vacío espacial para que se note un incremento de velocidad. Eso sí, esa ganancia de velocidad obtenida gracias al viento solar sale gratis. Para poder maximizar el efecto se puede construir una vela muy ligera con una gran superficie que sea lanzada plegada al espacio.


Se han imaginado velas gigantescas impulsadas por láseres que orbiten el Sol para así alcanzar las estrellas. Con grandes tamaños de velas y gran potencia en los láseres se podrían alcanzar velocidades relativistas. Incluso se han diseñado un sistema que permite el frenado. Sin llegar a esa meta tan colosal se pueden diseñar velas solares de tamaño más modesto que lleven cargas por el Sistema Solar.
Pero este asunto de las velas solares ha tenido muy mala suerte en casi todos los intentos de pruebas de prototipos que se han hecho. La última vez ha sido con NanoSail-D que durante mes y medio ha estado atascada en su satélite nodriza.


NanoSail-D se lanzó dentro del satélite FASTSAT en noviembre de 2010 junto a otros cinco experimentos. Un muelle del satélite principal debía lanzar en contenedor con la vela al espacio, pero por alguna razón el contenedor se atascó y no fue lanzado, haciendo así imposible que la vela se desplegara. Parecía un fallo más en la larga historia de los fracasos de velas solares.
Cuando ya se dada también a esta vela por perdida parece que ha conseguido desplegarse y parece estar funcionando bien. El 17 de este mes, por alguna razón que los ingenieros todavía no comprenden, NanoSail-D fue eyectada y empezó enviar datos de telemetría. La señal fue captada también por radioaficionados. El despliegue de la vela de 10 metros cuadrados se produjo tres días más tarde


Sólo la sonda IKAROS japonesa ha conseguido algo parecido al desplegar una vela solar para el viaje interplanetario a Venus. Esta sonda usó la presión ejercida por el Sol como principal fuente de propulsión. A la agencia espacial japonesa le ha parecido tan buena la idea que ya planea lanzar una misión hacia el final de esta década a Júpiter impulsada mediante este método.
La tarea de NanoSail-D es investigar la posibilidad de usar este tipo de propulsión, pero lo hará cerca de la Tierra, orbitando a su alrededor hasta que el roce con la atmósfera haga que caiga en unos 70 o 120 días y finalmente se desintegre en la atmósfera.
Sin embargo, lo que se aprenda con este experimento servirá para diseñar futuras velas solares y puede que incluso ayude a crear un sistema para limpiar basura espacial. Se podría instalar una vela de este tipo en los satélites comerciales para que cuando lleguen el final de su vida útil ésta sea desplegada y les haga caer.
Para los aficionados a la astronáutica hay que decirles que la NASA explicará pronto cómo ver destellos de luz solar reflejados por NanoSail-D. Estos destellos se verán en determinadas localizaciones y fechas y momentos concretos.

Fuentes : Neofronteras