20110228

ANOREXIA-BULIMIA


Buenos Dias Torre Paraiso!

Aqui les dejo un trabajo, tipo ensayo breve, sobre un caso clinico extraido de una serie britanica, muy conocida entre los adolescentes, llamada SKINS.
Es sobre Anorexia-Bulimia.

Había una vez un Maestro que le dijo a sus discípulos: “Entren a esta habitación y elijan una manzana”. Uno de ellos entro y se encontró con una larga hilera de manzanas. La primera le pareció que estaba bien, pero prefirió pasar a la otra, la miro y también le pareció que lucía en buen estado, pero no le convencía, del todo, y siguió buscando. La siguiente tampoco le satisfizo y así continuo, hasta que de pronto se encontró con el final de la hilera. El maestro le pregunto: ¿Qué vas a comer ahora? Y el discípulo avergonzado le respondió: “…es que todas estaban bien, pero yo esperaba encontrar la mejor y…”. El maestro le respondió: “tus manos están vacías ahora y el tiempo se acabo”. Elegir entre bueno y malo suele ser fácil, pero elegir entre bueno y bueno abre una pregunta ¿Qué elegir?

MATERIAL CLINCO:

El caso elegido fue extraído de la serie televisiva británica “Skins”.[1] Entre el drama y la comedia explora las vivencias de un grupo de ocho amigos adolescentes. El personaje elegido será “Cassie”; una adolescente de 17 años aproximadamente, que concurre a su último año del colegio secundario. Se presenta con trastornos alimentarios (anorexia), consumo de sustancias, antecedentes de internaciones psiquiátricas, act

ualmente en tratamiento ambulatorio; e intentos de suicidio a traves de la ingesta masiva de pastillas. Su vida sexual se muestra sin cuidados, tanto con hombres como mujeres, exponiéndose siempre a situaciones de riesgo e indefensión que no parecen dispensarle temor gracias a la anestesia del toxico.

HIPOTESIS DE TRABAJO:

En lo que sigue me interrogare sobre la posición subjetiva de Cassie, el modo en que aborda su relación con el Otro, el deseo y el goce. Si es posible tratare de pesquisar en el texto (el material fílmico) algo del sujeto que revele la estructura subjetiva en juego, para poder aventurar, a modo de conclusiones provisionales, una hipótesis de d

iagnostico diferencial.

MATERIAL DE ANALISIS:

Los siguientes enunciados y diálogos han sido recortados como aquellos reveladores de la posición subjetiva de Cassie:

1. “No he comido en tres dias para estar adorable (Le dice Cassie a Sid) El ser se pone en juego en esta frase. ¿Qué quiere el Otro de mí? ¿Qué me quiere? Y Cassie encuentra en su fantasma la respuesta anticipada.

2. “El me desea, pero nunca podrá tenerme, es

perfecto, ¿Verdad?” (El rechazo a ser el objeto de goce del Otro y la pretensión de ser el falo, aquello en falta, que cause el deseo del Otro, para mantener el deseo insatisfecho y poder gozar de esta privación: uno de los modos normales del deseo que se encuentra en la histeria)

3. “Quiero que sepas que realmente me gusta

ste Sid, pero es muy tarde ahora (La búsqueda imposible del tiempo justo, aquel perfecto, obsesivamente maquinado: “la paja mental”)

4. “¿No deseas volver atrás, al momento en que todavía no habías perdido nada?”(El volver a hundirse en la Cosa, en el Das-ding, en el tiempo mítico de la Vivencia de satisfacción. El rechazo a la alienación forzada)

5. Dialogo entre Profesora y Cassie:

C: Deje de comer y todos hacían lo que yo les decía. Eso era poder. (La pasión por el vacio[2])

P: ¿Te gustaba?

C: Creo que fue el momento más feliz de mi vida

(su cara contradice lo que está diciendo) pero tuve que parar antes de morirme porque sino ya no sería divertido. Usted no puede entenderlo.

P: Te equivocas

C: ¿Usted también se cortó las venas?

P: La gente haría cualquier cosa para averiguar por qué se sienten mal, ¿no?

C: ¿Y usted...? ¿Lo averiguó? (la búsqueda de Saber, pivote de la transferencia, porque el neurótico cree que el Otro Sabe, que no perdió el objeto, que todavía la relación sexual existe)

P: Como te he dicho antes, se supone que no debo ayudarte con tu examen. C: ¡Quiero que me lo diga!

P: ¿Qué?

C: ¿Cómo hacer que no sigan pasando cosas malas?

P: No funciona, ¿verdad? Es por eso que tienes que empezar de nuevo a comer.

C: Me enamoré. (El tapón neurótico)

P: ¡Ah! ¡El amor! ¡Por qué cortarte las venas cua

ndo puedes estar enamorada!

C: ¿Cree usted que aprobar un examen me hará

feliz?

P: Cassie, por lo general, aprobar exámenes hace la vida más complicada. Pero hay muchas otras cosas que hacen la vida más llevadera y a

demás no hace falta utilizar un cuchillo.

C: ¿Como qué?

P: ¡La música disco!

6. Dialogo en Cassie y Sid:

C: ¿Qué tienes que decirme?

S: Ummm ¿Que siento ser un idiota?

C: No. (La búsqueda de la palabra de amor, el sentirse amada por el Otro)

S: ¿Que mi vida no tenía sentido hasta que te encontré?

C: No.

S: Que nunca quise a Michelle de verdad y que fue todo un completo error y no debí entenderla bien cuando dijo que fue el mejor polvo de su vida y ella en realidad no era tan buena en la cama.

C: No.

S: Buena suerte con el examen.

C: Gracias.

S: ¿Qué tienes que decirme tú a mí?

C: Que te amaré siempre, Sid. Ese es el problema.

DESARROLLO:



En la histeria el recurso a la anorexia-bulimia suele ser, además de una mostración al Otro (acting-out), un modo de poder barrar a ese Otro que se lo supone no castrado. Es decir, la huelga, de hambre, es para que ese Otro Amo se angustie, abra una falta en su ser y muestre esta carencia como insignia de su amor; permitiendo alojar al sujeto como causa de su deseo. La anoréxica frente a un Otro materno que da lo que tiene, por eso la papilla se vuelve asfixiante, apela a la estrategia de separación (contra la alienación, por eso es fallida) a traves de la huelga de hambre. Mantiene no solo el deseo insatisfecho (como modo de gozar), también mantiene al deseo en su cara de rechazo, por eso es débil, porque diciendo NO a la papilla se autoconserva paradójicamente (se pierde como sujeto pero se conserva del deseo caprichoso, insensato, de la madre). La histérica por lo general busca un Amo sobre el cual poder reinar, y una vez conquistado se lo reduce o a un inútil o a un maldito, pero siempre caerá en la desgracia de la impotencia; y una vez que se muestre castrado saldrá a buscar un Otro Amo a quien volver a "reinar". En este juego el sujeto escapa de elaborar su angustia y enfrentar su propia castración. Cassie apela al amor como solución para “La mujer” y para “El hombre”, no queriendo saber nada de la no existencia de la relación sexual.

Cuando hablamos de anorexia vera, de tipo melancólico, estamos en el terreno de las psicosis. Aquí la anorexia-bulimia funciona como un pasaje al acto en cuotas. El sujeto reducido a puro desecho, objetalizado, sale de la escena, con lo cual el Otro y el sujeto desaparecen; solo por consecuencia lógica el Otro es agujereado, cavado y mostrándose en falta. La cadaverizacion progresiva captura la atención del Otro pero al precio de la autodestrucción del sujeto. El mundo ha perdido brillo (brillo fálico) y ya nada tiene sentido. No hay como en el caso histérico: "deseo de nada", con lo cual se "come: nada", sino que se pasa a ser nada, "es nada". Cassie se ubicaría del lado de un Comer, nada. Los mensajes alucinados que le dicen: “COME” son indicio de un hambre que está en su cabeza y de lo intolerable que se le vuelve esa representación. Cassie se defiende de la tentación. Tentación que indica por un lado el carácter libidinal que no se ha perdido (el brillo está presente); y por el otro, el fracaso de la defensa, que bajo un modo alucinatorio retorna aquello de lo que no se quería saber nada (los pecados por haber caído en la tentación).

Uno de los fenómenos prototípicos de la anorexia aparece cuando Cassie se sienta en la mesa del comedor del colegio (“el colegio del comedor”). Cuando comemos siempre nos sentamos en la mesa del Otro, aun que comamos nada. De esa invitación no se puede escapar, es forzada. Cassie recurre a una estrategia: engañar al Otro para poder sustraerse a sus reglas. La anoréxica esta por fuera del lazo social por eso no comporta un discurso. En una escena memorable Cassie le enseña a su amigo Sid los trucos y coartadas para nunca tener que encontrarse con la letalidad del significante. Engaña al Otro con el despliegue de los cubiertos, corta la comida, habla, pregunta, simula, hace que se comunica, pero nunca termina por comer ni un solo bocado. Luego Cassie redobla la apuesta y engaña al Otro del saber referencial, la institución psiquiátrica, colocándose pesas en su cuerpo para darle el gusto al Otro y así obtener los gramos de mas que le darían el alta. Estrategia anoréxica de darle de comer al Otro, porque mientras el Otro come, ella está segura de que no podrá ser devorada.

Llamativa escena es la sexualidad a cielo abierto de sus padres, entre obscena y grotesca, en vez de operar la función paterna como perturbadora del goce sexual, autoerótico, pareciera llamar a un empuje a gozar. Las pinturas del padre y los cuadros sugerentes de la madre desnuda y su seno en primer plano nos hacen convocar las protofantasías de retorno al vientre materno. Cuyo axioma: ser devorado; retoma todo lo terrorífico de la madre como una gran boca abierta de cocodrilo y la escasa operación de la metáfora paterna para sancionar el deseo insensato de la madre y privarla del falo. “Quiero comerte conejito follador” le dice el padre a la madre, mientras el bebe está sentado de espaldas. En la mesa fuentes y fuentes de comida. Cassie espía esta escena hasta que los padres se dan cuenta y sin pudor (sin diques) se van de la escena para continuarla en otra parte. La mirada no se posa sobre el sujeto, en esta escena el niño no es pegado por el padre, más bien es el tercero excluido[3]. La total ausencia afectiva por parte de sus padres que solo le dan lo necesario y hacen la vista gorda respecto a su hija[4], de ese abandono afectivo que es insoportable para Cassie, las consecuencias las escribe en su propia carne. El saldo es el cuerpo no sexual genital adulto de Cassie. Una detención del trabajo puberal adolescente. Un desesperado intento por no crecer y volver a ser una niña, donde quizás allí, en el engaño neurótico de “antes estaba mejor”, se pueda encontrar refugio y repliegue narcisista frente al dolor.

CONCLUSIONES PROVISIONALES:

¿Qué come Cassie cuando come? En las pocas oportunidades que come, inmediatamente se desata una crisis y una angustia masiva que desemboca en acting-out. Como si comer la convirtiera en alguien sucio, la volviera “una mierda”, un puro desecho. ¿Se hace causa de la mirada hostil del Otro? ¿O es el fracaso de la defensa y la caída en la tentación que se paga con la culpa (su contracara: la desimplicación subjetiva)? Ese comer nada seria según la hipótesis de una anorexia histérica un comer aquello que falta, un signo de amor del Otro (“quiero comerte conejito follador”, si bien es una versión obscena y grotesca, esta en estrecha relación con comer nada) ¿Quién come cuando come Cassie? ¿Un superyó sádico que la empuja a gozar hasta morir?

La búsqueda de Sid como un Otro que la ame, la necesidad vuelta imperiosa de ser amada, que lanzada como demanda, vuelve siempre insatisfecha y arrasa con las defensas, la sumerge en la más profunda angustia, de castración. Vuelve el afecto que no engaña y Cassie emprende una huida desesperada. Pero a los fantasmas no se los puede matar ni mañatar, porque ya están muertos y no pertenecen al reino de los vivos, entonces cada vez que vacilen, de nuevo la angustia se le presentifica por mas lejos que corra. Atrapada en un círculo vicioso, que lo vive como un infierno, el manotazo de ahogado es la cancelación toxica, el refugio en la sensación del hambre, porque es control sobre al menos el vacio del estomago.

La posición subjetiva de Cassie nos orientaría más a decir que estamos frente a una Anorexia histérica, que una de tipo melancólico.

BIBLIOGRAFIA:

DONGHI, A. y otros: Innovaciones de la práctica II. Anorexias, bulimias y obesidad. JCEdiciones, 2007

RECALCATI, M.: La última cena: Anorexia y bulimia. Ediciones del Cifrado. 2004.

[1] Ver ficha técnica al final. Para más información visitar las siguientes páginas web:

[2] Más aquí y más allá de la demanda el deseo se abre infinito, irreductible, incolmable. Por ello es que la anoréxico-bulímica presenta una pasión por el vacio. Pero un vacio que no es el ontológico, aquel existencial y vital, sino que trata de reducirlo a lo lleno-vacio del estomago para así poder jugar a tener el control situacional sobre aquel otro vacio. Pero el sujeto es dividido por estructura, barrado y en falta por acción del significante y por eso mismo deseante. Como comenta Massimo Recalcati en su libro la ultima cena: “…El Otro –lugar de los significantes- barra la Cosa, hace padecer a la Cosa la propia Ley y de ese modo posibilita la producción del deseo, como efecto del vacío abierto en el lugar de la Cosa. El Otro exilia al sujeto del goce de la Cosa”.

[3] La estrategia de la anoréxica es hacer de un cuerpo que está a punto de desaparecer, de volverse invisible, una presencia visible para el Otro que está demasiado pleno. Es un grito que se le dirige al Otro como: “¿me ves ahora que desaparecí?” Es un modo de convocar la mirada del Otro.

[4] “La demanda de amor no es una demanda de algo dirigida al Otro sino que es la demanda de la presencia del Otro. De una presencia que sepa ofrecer la propia falta. De una presencia no-plena de tener, sino agujereada por la falta” Massimo Recalcati en “La ultima cena”. Ediciones del Cifrado. 2004.

Laura Wepfer www.saludypsicologia.com.ar