20101128

HACE TRES MILLONES DE AÑOS

¿Nueva especie Homo?

Restos genéticos sugieren que hace 40.000 años habría otra especie Homo compartiendo el mundo con humanos modernos, neandertales y quizás con el hombre de Flores.

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Uno de los temas científicos que más interesan a los seres humanos es el de la Paleoantropología. Saber sobre nuestros propios orígenes parece que nos fascina. Pero que nos interese no significa que sepamos bien sobre el tema, ni siquiera lo poco que los científicos del campo saben al respecto.
Uno de los prejuicios o malentendidos más común es colocarnos (¿auto-entronizarnos?) como la cumbre de un proceso evolutivo en permanente progreso. No es así, somos fruto de la casualidad y nuestra aparición en la Tierra no era inevitable. De hecho, pudo surgir perfectamente una especie inteligente durante la era de los dinosaurios sin necesidad del advenimiento del reino de de los mamíferos. La evolución no tiene una dirección específica y menos aún hacia un progreso en pos de organismos cada vez más complejos. La evolución funciona en todas las direcciones y tiene éxito allá donde encuentra un hueco. Por eso las ballenas perdieron sus extremidades y volvieron al mar o ciertos parásitos se simplifican hasta la mínima expresión. La evolución no tenía “necesidad” de crearnos, ni estaba dirigida hacia nosotros cuando dio con los Homo gracias a la contingencia.

Hace 3 millones de años andábamos igual que ahora

Nuestros antepasados de hace 3,6 millones de años ya adoptaron una postura erguida al caminar, pese a tener rasgos anatómicos simiescos pensados para vivir en los árboles.

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Nosotros, como únicos primates que podemos andar sobre dos piernas, nos sentimos especiales. Nuestros antepasados, al erguirse sobre el suelo y poder mirar más allá, no solamente pudieron ver antes a sus enemigos y sobrevivir, sino que realizaron un acto que creemos único por su significado simbólico. Con ello, además, tuvimos las manos libre para hacer otras cosas, como usar herramientas y crear tecnología, aunque ésta fuera de piedra. Por eso, toda noticia de Paleoantropología que hable de cuándo conseguimos esta postura erguida nos parece importante.

Inscripciones de 60.000 años de antigüedad

Encuentran “inscripciones” de hace 60.000 años grabadas en fragmentos de cascarones de huevos de avestruz, lo que quizás indicaría la existencia de pensamiento simbólico ya por esa época.

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Algunos fragmentos de cáscaras de huevos de avestruz con “inscripciones” grabadas de 60.000 años de antigüedad. Fuente: Pierre-Jean Texier, Diepkloof Project.

Usted, amigo lector, esta leyendo esta noticia en un texto escrito. Pudiera ser que este texto estuviera escrito sobre una piedra, una tablilla de barro, un papiro o un pergamino, pero probablemente lo esté sobre una pantalla. Aunque aún puede imprimirlo sobre papel, pues algunos, incluso ahora que la tinta electrónica se está asentando, no nos hemos liberado todavía del fetichismo del papel. Necesitamos “tocar” el texto.

Los neandertales tenían pensamiento simbólico

Encuentran abalorios y pigmentos de maquillaje que pertenecieron a los neandertales, lo que implica que tenían capacidades cognitivas superiores.

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Una de las conchas y restos de pigmentos. Fuente: PNAS; João Zilhão.

¿Qué define al ser humano? ¿Qué nos caracteriza exclusivamente y cuándo empezó a darse? Hay animales que utilizan herramientas, que tienen un lenguaje primitivo o tienen una cultura muy simple. Unos pocos tienen incluso consciencia de sí mismos y se reconocen en el espejo. Sin embargo, parece que el ser humano es el único que utiliza maquillaje o usa ornamentos. ¿Nos sirve esto como criterio?

Ya había música hace 35.000 años

Encuentran diversos fragmentos de flautas que sugieren que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa hace 35.000 años.

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Unos paleoantropólogos anuncian haber descubierto pruebas de la existencia de música en el Paleolítico superior. Han podido reconstruir una flauta de hueso de 35.000 años de antigüedad, lo que sugiere que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa en esa época.
Los sitios Hohle Fels y Vogelherd parece que están siendo muy prolíficos, ya que, además de otros hallazgos, en ellos se encontraron estos restos. La flauta auriñacience casi completa que ahora describimos fue encontrada en el primero en el verano de 2008, en la cueva de Hohle Fels, que está en el valle Ach, a unos 20 Km al oeste de Ulm.

El lenguaje como producto de la evolución cultural

Según un estudio, el lenguaje humano sería un producto de la evolución cultural en lugar de serlo de la evolución biológica.

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El lenguaje humano es único. Los humanos nos comunicamos entre nosotros gracias al él. No importa que éste sea oral o escrito, en español, inglés o chino. Usted lector que lee ahora estas líneas está usando las capacidades intelectuales que posee para descifrar el lenguaje y que así otro humano le pueda contar algo (espero que interesante). Pero, ¿cómo apareció el lenguaje? ¿Qué papel jugaron los genes y la evolución en el asunto? ¿Procede de la biología o de la cultura? Estas preguntas son esenciales a la hora de comprender qué es ser humano y tiene implicaciones fundamentales en la relación entre genes y cultura.
Según un estudio reciente de unos expertos de University College London el lenguaje habría evolucionado más bien culturalmente en lugar de biológicamente.

Los neandertales no supieron competir contra los sapiens

Un estudio sugiere que los neandertales terminaron por extinguirse en Europa debido a la competencia ecológica con los humanos modernos.

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Predicciones de condiciones apropiadas para los neandertales bajo las condiciones del GI8. Los colores indican el acuerdo entre diversos modelos. Los círculos son sitios arqueológicos. Foto: PLoS ONE.

La evolución humana es más compleja de lo que la gente corriente quiere creer. Al igual que con el resto de la vida sobre la Tierra, la evolución ramificó varias veces el árbol filogenético humano. No es una secuencia en la que aparecen los homínidos cada vez más erectos hasta llegar al hombre moderno. Durante distintos intervalos de tiempo en los últimos millones de años varias especies distintas de humanos coexistieron en la Tierra. En el último de estos episodios el Homo neanderthalensis, el Homo erectus y el Homo sapiens (incluso el H. floresiensis) compartieron el mundo durante un tiempo. Recordemos que, según lo que se sabe en la actualidad, las distintas especies de Homo aparecían en África y a partir de ahí algunas lograban emigrar al resto del mundo.

Ventaja de parto fácil frente a inteligencia

Un experto especula sobre la posibilidad de que nuestra superioridad sobre los neandertales fuera debido a que adquirimos mayor eficacia reproductora y no a nuestra hipotética superior inteligencia.

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Reconstrucción informática. Foto: M. Ponce de León y C. Zollikofer.

Nos creemos los reyes de la creación, e investidos de propiedades divinas creemos que Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Como tenemos gran variedad físicas entre nosotros, asumimos que esas semejanzas deben de ser a nivel intelectual y nos autodenominamos homo sapiens. Como especie elegida nos creemos superiores y atribuimos nuestra imposición a los neandertales, seres con los que compartimos este mundo en un pasado no tan remoto, a nuestras superiores capacidades intelectuales.
Los estudios más recientes, basados en la indistinguibilidad de las tecnologías en el pasado de ambas especies, parecen demostrar que la inteligencia de los neandertales debía de ser muy similar, e incluso igual a la de sus coetáneos homo sapiens, nuestros antepasados directos. Incluso algunas veces se atribuye nuestra inteligencia al cruce con esa otra especie del género homo.
Ahora, un grupo de expertos sugiere que nuestro éxito se debió a una superior capacidad de reproducción pero a costa de un peaje: menor capacidad craneana.

Los dientes hablan por los neandertales

El crecimiento de un diente procedente de un niño neandertal sugiere que estos homínidos alcanzaban la madurez rápidamente. Y el análisis de otro diente sugiere además que los neandertales se movían por un área amplia.

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Estas líneas de crecimiento dental dicen que los neandertales maduraban rápido. Foto: Instituto Max Planck.

Los paleoantropólogos tienen que reconstruir la vida de los seres que estudian basándose generalmente en unos pocos huesos. A los profanos nos puede parecer sorprendente sacar conclusiones de un trocito de hueso, pero para estos profesionales es el trabajo de cada día, aunque a veces sea arriesgado.
Recientemente unos investigadores del Instituto Max Planck han podido reconstruir el proceso de maduración de los neandertales a partir de un simple diente de hace 100.000 años que fue encontrado en Bélgica. El hallazgo se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences el pasado diciembre.
Estudiando este diente mediante microtomografía computerizada los investigadores han podido reconstruir el crecimiento del diente analizando las líneas de crecimiento de su superficie. Encontraron diferencias en la duración del crecimiento dental si se compara con las de los humanos modernos (Homo sapiens).

Los primeros pobladores de América llegaron por Bering

Un estudio genético encuentra pruebas de que la primera colonización de América se produjo en una sola oleada a través del estrecho de Bering.

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¿Fue un grupo relativamente pequeño de humanos, que venidos de Siberia y cruzando un estrecho de Bering no cubierto por las aguas, los que hace 12000 colonizaron América desde el norte hacia el sur? ¿O quizás fueron nativos de otras partes de Asía y las islas del Pacífico los que en sucesivas migraciones y a lo largo de 30.000 años fueron colonizando el continente por mar y tierra poco a poco?
La cuestión ha sido debatida por antropólogos y arqueólogos durante décadas e incluso ha sido tema de documentales y programas de TV. Ahora científicos de un equipo internacional de genetistas y antropólogos han encontrado pruebas genéticas que apoyan la teoría de que los primeros pobladores del continente americano entraron por el estrecho de Bering.
El estudio ha sido publicado en PLoS Genetics, y es uno de los análisis más amplios realizados entre los esfuerzos de usar datos genéticos que diluciden este tema.

Algunos neandertales eran pelirrojos y de piel clara

Los investigadores recuperan el gen que regula la pigmentación de la piel y el cabello en fósiles neandertales de El Sidrón, Asturias. La mutación encontrada en el gen MCR1 es común en neandertales ibéricos e italianos.

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Impresión artística de cómo sería un hombre de Neandertal. Foto: National Museum of Wales.

Un equipo internacional, en el que ha participado el paleobiólogo español del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Antonio Rosas, ha descubierto que entre los neandertales (Homo neanderthalensis) había individuos con la piel clara y el cabello rojizo, según ha revelado la secuenciación de un fragmento del gen MCR1, que regula la pigmentación en humanos y otros vertebrados.
El hallazgo apareció publicado el viernes en la revista Science. El primer firmante del artículo es el investigador en paleogenética de la Universidad de Barcelona Carles Lalueza.
Los investigadores recuperaron el gen MCR1 (receptor 1 de melanocortina) de un hueso, procedente del yacimiento de El Sidrón, en Asturias, de un individuo masculino de 43.000 años. Los resultados fueron contrastados después con las muestras obtenidas en la cueva de Monte Lessini, cerca de Verona, en Italia, de otro individuo de unos 50.000 años. El neandertal ibérico y el italiano presentaban la misma mutación en el gen estudiado.

¿Hablaban los neandertales?

El descubrimiento del gen humano FOXP2 en el genoma del hombre de Neandertal sugiere que quizás estos seres tenían la facultad del habla.

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Impresión artística de cómo sería un hombre de Neandertal. Foto: National Museum of Wales.

Ya hemos mencionado desde estas páginas de NeoFronteras los fascinantes esfuerzos por secuenciar el genoma del hombre de Neandertal, el homínido que vivió en Europa hasta la llegada del Homo sapiens, y las intenciones por encontrar el gen FOXP2, gen relacionado con la facultad del habla. Parece que poco a poco se van consiguiendo objetivos.
Los humanos modernos (es decir, nosotros o Homo sapiens) y los neandertales divergieron hace cientos de miles de años del antepasado común (no descendemos directamente de los neandertales), pero deben de compartir muchos genes. Conocer las diferencias genéticas entre ellos y nosotros nos ayudará a saber más sobre estos seres y hasta que punto eran parecidos a nosotros.
Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, involucrado en este esfuerzo de la secuenciación del genoma del neandertal, ha encontrado finalmente este gen del habla, y publica el hallazgo en Current Biology.