20100805

TENEMOS UN PROBLEMA " TORMENTA SOLAR AÑO 2012 "




La NASA detectó que se está produciendo en el Sol un "tsunami" que podría afectar las telecomunicaciones terrestres y generar auroras boreales en el hemisferio norte. Por ahora, no se prevé repercusiones visibles en el hemisferio sur aunque las autoridades espaciales ya se manifestaron preocupados por el “nuevo ciclo” de la estrella.

“Se está produciendo una tormenta solar”, explicó el investigador en geofísica Julio César Gianibelli, del Observatorio de la Universidad Nacional de La Plata. La tormenta creó un “tsunami” de filamentos que alcanzan una velocidad de 900 kilómetros por segundo e impactan en el campo magnético terrestre.

La masa eyectada de la corona del Sol esparce estos filamentos que llevan un campo magnético que puede interactuar con el de la tierra. La interacción podrá intervenir las telecomunicaciones del hemisferio norte y, tal como muestra la foto, generar auroras más luminosas.

“Por el momento, no tenemos evidencias de que esta tormenta solar vaya a producir algún efecto en el hemisferio sur. No serían afectadas las telecomunicaciones, en la Argentina, pero tampoco veremos resplandores, como los que se observarán en el hemisferio norte”, agregó Gianibelli.

La preocupación de los científicos es el presunto comienzo de un nuevo ciclo de la estrella que llegará a su punto máximo en 2013. “El problema con las tormentas solares es determinar cómo predecirlas y qué hacer para protegernos de sus efectos”, enfatizó Lika Guhathakurta, la presidente del Programa Internacional Viviendo con una Estrella, en las oficinas centrales de la NASA.


“Necesitamos avanzar en este tema antes de que llegue el siguiente máximo solar, calculado para alrededor del año 2013”, agregó en un comunicado de la agencia espacial.




La Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences) instaló el problema en un informe titulado "Eventos del Clima Espacial Severo-Impactos Económicos y Sociales". El informe hace hincapié en que la gente del siglo XXI depende de sistemas de alta tecnología para llevar a cabo las actividades de la vida diaria.

En efecto, las redes de energía inteligentes, la navegación mediante GPS, la aviación, los servicios financieros y las comunicaciones de emergencia por radio pueden verse afectadas por la actividad solar intensa.

La academia advirtió que una poderosa tormenta, del tipo de las que ocurren una vez al siglo, podría causar veinte veces más daño económico que el que provocó el Huracán Katrina.

Es que muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica, como el suministro de agua potable, o el transporte.

Una gran tormenta solar acabaría con los transformadores eléctricos. Y ese panorama no mejoraría durante meses, quizás años, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos, mientras que el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo.

Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo. El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar.





Podrían estallar los transformadores y, en consecuencia, se generaría un gran apagón mundial. La visión de un científico platense

Una burbuja de plasma del tamaño de tres o cuatro planetas como la Tierra, producto del incremento de la actividad solar, podría impactar contra nuestro planeta, generando complicaciones en la red eléctrica de los países cercanos al polo norte, aunque también podría incidir en América latina, debido a la llamada "Anomalía del Atlántico Sur".


Así lo advierte un informe de la Nasa y de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y si bien no es posible predecir la intensidad o el año exacto en que ocurrirá ese fenómeno espacial, los expertos afirman que "hay que estar preparados".


Las tormentas solares son eyecciones de masa coronal, que ocurren a 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del sol, y que de acuerdo a su intensidad, podrían causar graves daños en las redes eléctricas, en los satélites, en la aeronavegación comercial y en la industria, con consecuencias catastróficas para la población.


El geofísico platense Julio Gianibelli, jefe del Departamento de Geomagnetismo y Aeronomía de la facultad de Ciencias Astronómicas de nuestra ciudad, explica que cuando una burbuja de plasma "entra en la órbita de la Tierra produce una inducción en las líneas de alta tensión", la cual podría "hacer estallar los transformadores y, en consecuencia, toda la red eléctrica", provocando un gran apagón.


Según Gianibelli, la superficie misma del sol es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie solar para viajar a través del espacio en forma de viento solar.


La peor tormenta solar (desde que comenzaron a efectuarse las mediciones) se produjo el 2 de septiembre de 1859. Aquella vez, la tormenta causó el colapso de las redes de telégrafos. Pero claro, la energía eléctrica aún estaba en ciernes, por lo que la tormenta casi no afectó la vida de la gente.


"Por ahora no hay ninguna forma de contrarrestar los efectos de una tormenta solar, sólo se puede prevenir, desconectar la red eléctrica cuando se sabe que hay una eyección de masa coronal. El warning (cuidado) se puede tener con horas de anticipación", afirma Gianibelli.


PARA EL HEMISFERIO SUR

Para el profesional platense, el hemisferio sur no estaría tan atacado, excepto por la "Anomalía del Atlántico Sur", que abarca a la Argentina, Chile, Brasil, Bolivia y Paraguay. "La Anomalía se caracteriza por tener un campo magnético menor que todo el planeta", advierte Gianibelli.


Y agrega: "La precipitación de partículas es más importante en Latinoamérica que en el resto del planeta. El campo magnético es un escudo, pero para este lado ese escudo está abollado, entonces las partículas precipitan hacia esta región más profundamente, y producen pérdida de información (se borra la memoria del satélite). Estamos tan afectados nosotros como los países del polo norte".


"La gente tiene que estar en conocimiento del tema. No debe estar preocupada. Las preocupaciones van a venir en el futuro. Tenemos que formar nuevos profesionales, que se aboquen a una nueva tecnología que sea capaz de soportar los nuevos embates del medio ambiente interplanetario y las tormentas que produce el sol", sostiene Gianibelli.


"En algún momento el sol va a llegar a un máximo, puede ser en 2012, 2013, 2014, lo que no sabemos es cómo va a ser: si levemente intenso, intenso, muy intenso, o extremadamente intenso. En 1859 fue muy intenso, pero la red eléctrica no era como la actual y el mundo no dependía tanto de ella", afirma Gianibelli.